La Ley del Bienestar Animal obliga a contratar un seguro de responsabilidad civil para proteger a las mascotas

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Más seguridad para las mascotas y para sus dueños. La obligatoriedad de disponer de un seguro de responsabilidad civil para perros o gatos entra en vigor el 29 de septiembre en todo el territorio nacional, con independencia de la raza o el tamaño del animal.  

Hasta la aprobación de la Ley de Bienestar Animal, solo algunas comunidades autónomas imponían este trámite que ahora se extiende a todo el país. Así, la tenencia de un perro o un gato obliga a la persona titular a mantener en vigor un seguro de animales domésticos que sufrague los posibles gastos derivados de un incidente.   

Coberturas de un seguro de responsabilidad civil para mascotas 

La mayoría de las aseguradoras ofrece pólizas especialmente destinadas para animales. Lo habitual es que se trate de gatos o perros, aunque también hay productos especializados para reptiles o aves.  

Este tipo de seguros suele incluir asistencia veterinaria en caso de accidente, indemnizaciones por muerte o sacrificio y, lo más importante de todo, defensa civil frente a daños ocasionados por el animal.  

Dependiendo de la amplitud de las coberturas y los daños asegurados, un seguro para mascotas puede variar entre los 50 y los 100 euros anuales. Obviando que la contratación ha dejado de ser opcional para convertirse en algo obligatorio, no se trata en cualquier caso de un gran desembolso, sobre todo teniendo en cuenta las grandes ventajas que ofrece.  

Requisitos para contratar un seguro de mascotas 

Lo habitual es que propietario/titular del animal sea también el tomador del seguro para mascotas. El trámite de contratación es muy sencillo, y casi todas las aseguradoras ofrecen la opción de realizarlo telemáticamente a través de un formulario.  

Para gestionar la contratación de un seguro de mascotas es obligatorio presentar el documento de registro del animal (cartilla veterinaria o tarjeta) en la que este aparezca identificado con un número de microchip (obligatorio en el caso de los perros). Algunas aseguradoras imponen además limitaciones de edad. Lo más común es que para contratar un seguro de perros o gatos el animal tenga no menos de 3 meses y no más de 9 años.