En un intento por impulsar los planes de pensiones de empleo, el Gobierno español ha puesto en marcha una nueva ley con cambios importantes para las empresas y administraciones que ofrecen a sus trabajadores este tipo de productos.
Los planes de pensiones individuales han tenido una larga trayectoria en España. No obstante, este instrumento de ahorro para la jubilación ya no parece ser demasiado rentable para Hacienda. El Ejecutivo quiere apostar ahora por nuevas modalidades de ahorro que permitan un mayor control sobre los patrimonios elevados y una mayor eficiencia en costes de gestión: los planes de pensiones para empleados.
¿Qué son los planes de pensiones para empleados?
Los planes de pensiones de empleo son los que promueven directamente las empresas o administraciones públicas en beneficio de sus trabajadores. Los promotores son, por lo tanto, los empleadores, y los empleados que mantengan una relación laboral con dicha empresa o sociedad tendrán la posibilidad de adherirse a estos de manera voluntaria.
En la actualidad, estos planes constituyen el segundo pilar del sistema de pensiones, por detrás de las pensiones públicas y por delante de los planes individuales o privados. El problema es que no todas las empresas ofrecen este tipo de alternativas, por lo que el trabajador debe recurrir a otras opciones para tener garantizada su jubilación.
¿Por qué puede resultar atractivo un plan de pensiones para empleados?
La nueva ley de planes de pensiones pretende fomentar este tipo de productos a con la puesta en marcha de diferentes medidas:
- Topes de aportación más amplios en las deducciones aplicables al IRPF (hasta 8.500 euros al año frente a los actuales 1.500 euros de tope de los planes individuales).
- Flexibilidad entre las aportaciones realizadas por la empresa y las realizadas por el empleado.
- Ahorro para las empresas en las cotizaciones a la Seguridad Social, ya que quedan exentos los primeros 115 euros de aportación mensual por trabajador.
- Deducción del 10 % en la cuota íntegra del Impuesto de Sociedades por las aportaciones a estos planes cuando la renta bruta anual del trabajador no supere los 27.000 euros.