La autoexploración, clave para un diagnóstico precoz del cáncer de mama

Cáncer de mama: La autoexploración, clave para un diagnóstico precoz

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En los últimos tiempos, varias caras conocidas del periodismo en nuestro país han vuelto a las pantallas y a las ondas tras un tiempo de retiro para luchar contra esa enfermedad en la que, casi todas nosotras, hemos pensado con temor en alguna ocasión. Y su regreso ha sido alentador para muchas de esas mujeres que en estos momentos se encuentran batallando contra el cáncer de mama. Porque sí, cada vez hay más esperanza a la hora de afrontar un cáncer de mama. Y uno de los principales aliados en esa batalla es la detección precoz.

De hecho, este factor, junto con el incremento del acceso de la población femenina a los controles y tratamientos oportunos, es el motivo por el que la Organización Mundial de la Salud (OMS), proclamó el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, que celebramos, un año más, este miércoles.

El cáncer de mama es el tipo de cáncer más común y la principal causa de mortalidad en las mujeres. Según los últimos datos publicados por la OMS, en 2020 se dieron más de 2,2 millones de casos, con el fallecimiento de alrededor de 685.000 mujeres a causa de la enfermedad. Se calcula que cerca de una de cada 12 mujeres enfermarán de cáncer de mama a lo largo de su vida.

“Entre las décadas de 1930 y 1970, la mortalidad por cáncer de mama mostró pocos cambios. Las mejoras en la supervivencia empezaron en los años 1980 en países que contaban con programas de detección precoz combinados con diferentes tipos de terapias para contener la enfermedad invasiva”, explican desde la OMS, destacando que, “entre el decenio de 1980 y 2020, en los países de ingresos elevados la mortalidad por cáncer de mama normalizada por edades se redujo en un 40%. Los países que han tenido éxito en sus esfuerzos por reducir la mortalidad por cáncer de mama han logrado una reducción anual del 2% al 4%. Si la mortalidad anual mundial consiguiera reducirse en un 2,5%, entre 2020 y 2040 se evitarían 2,5 millones de muertes por cáncer de mama”.

¿Qué podemos hacer nosotr?

Lo principal, tratar de prevenir la enfermedad con unos hábitos de vida saludable, que comprendan una dieta equilibrada y ejercicio físico.

Asimismo, debemos realizarnos autoexploraciones periódicas en las mamas para una detección precoz en caso de estar desarrollando la enfermedad. Y es que un cáncer de mama detectado en una fase inicial disminuye un 25% la probabilidad de fallecimiento.

La detección precoz de tumores mamarios es determinante para hacer frente al desarrollo de la enfermedad. Todos conocemos casos en los que, como se suele decir, “si se lo hubieran cogido antes…”.

Así, para esta detección precoz resulta esencial hacerse una autoexploración periódica. ¿Cómo hacerlo? Es sencillo. Siguiendo los pasos que explicamos a continuación de la mano de las recomendaciones de la organización Breast Cancer:

  1. Examinar las mamas en un espejo con los hombros rectos y los brazos apoyados sobre ambos lados de la cadera. ¿Qué es una señal de alerta? Observar alteraciones como hoyuelos, arrugas o bultos en la piel, cambio de posición de un pezón o pezón invertido -metido para dentro en lugar de sobresalir- enrojecimiento, dolor, sarpullido o inflamación.
  2. Levantar los brazos y examinar si alguna de esas alteraciones se observa en las axilas.
  3. Frente al espejo, fijarnos si sale líquido de uno o ambos pezones. Esta segregación puede ser transparente, lechosa o amarillenta, o sangre.
  4. Acostarse y palpar las mamas para detectar bultos u otras anormalidades con las manos invertidas; es decir, la mama izquierda con la mano derecha y viceversa. Hay que procurar utilizar un tacto firme y pausado con las yemas de los dedos, manteniendo los dedos rectos y juntos. El movimiento debe ser circular, del tamaño de una moneda aproximadamente, y examinar la mama completa de arriba abajo y de lado a lado.
  5. Palpar las mamas para detectar bultos estando de pie o sentada. Una buena opción es hacerlo en la ducha, pues la piel, al estar mojada, es más resbaladiza.

Ante cualquier sospecha, acude al médico, y no olvides someterte a una revisión anual.

Así, si el riesgo de padecer cáncer es algo que te preocupa, desde Pelayo Vida te animamos a prestar atención a la posibilidad de padecer síntomas, a practicarte autoexploraciones y a someterte a revisiones ginecológicas que pudieran favorecer una detección precoz de la enfermedad.

Padecer una enfermedad como el cáncer es duro, en todos los planos de la vida. Lamentablemente, en el económico también. En Pelayo somos conscientes de ello, y con el objetivo de ofrecer una protección lo más amplia posible a la mujer, nuestro seguro de Vida Mujer ofrece coberturas específicas para el cáncer femenino, como el pago de un capital si a la asegurada se le diagnostica un cáncer femenino. Abonada la prestación por esta contingencia, el contrato se mantiene en vigor para el resto de coberturas habituales de un seguro de vida.

Con todo ello, si te preocupa el futuro en caso de padecer cáncer de mama o cualquier otro cáncer femenino, valora la posibilidad de cubrir ese riesgo con un seguro de vida. El seguro Vida Mujer de Pelayo puede ser una opción que te interese. Te invitamos a que lo conozcas.

La autoexploración, clave para un diagnóstico precoz