¿Cuál es el mejor tipo de batería para mi moto?

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Sin energía, la moto no arranca. Partiendo de esta premisa básica es fácil entender el papel protagonista de la batería de tu vehículo y por qué te interesa mantenerla en las mejores condiciones.  

Las baterías de las motos son más pequeñas que las de los coches, por lo que no pueden acumular tanta energía. Aunque a priori es el fabricante el que determina el tipo de batería que debe llevar cada moto, siempre existe cierto margen de elección para el conductor. Escoger entre un tipo u otro de batería puede tener un impacto significativo en su duración y en las condiciones de mantenimiento del vehículo. 

Tipos de baterías para motos y cómo mantenerlas 

  • Batería de plomo-ácido 

Es el tipo de batería más tradicional, ese que lleva en la parte superior unos tapones por los que se vierte agua destilada para que funcione. En el interior llevan ácido sulfúrico y placas de plomo.  

Son las más económicas, pero hay que revisarlas cada 5.000 km. Además, son las más pesadas y su vida útil es más limitada que la del resto.  

  • Batería con ácido sellada 

El líquido en el interior está inmovilizado y sellado tras la carga. Esto facilita su instalación en diferentes posiciones, frente a las de plomo-ácido, que solo se pueden instalar en vertical.  

Es una batería bastante resistente, por lo que viene bien montarla en motos que van a circular habitualmente por terrenos irregulares o en condiciones de temperatura extremas. El único mantenimiento que necesita es comprobar que los bornes se conservan bien.  

  • Batería de gel  

En estas baterías, el ácido ha sido sustituido por un compuesto de silicona con textura gelatinosa. Al venir selladas de fábrica también pueden instalarse en cualquier posición. Se comportan de forma similar a una pila: encajar y ¡a funcionar! 

No requieren de ningún mantenimiento, pero tienen un precio algo más elevado. Se utilizan sobre todo en motos de pequeña y mediana cilindrada. 

  • Batería de litio 

Son las menos contaminantes y las más ligeras: pesan hasta cuatro veces menos que una batería de plomo-ácido. Aparte de tener una vida muy larga, son capaces de mantener la carga aunque pasen meses sin usarse.  

Su precio no es excesivo y no necesitan mantenimiento más allá de algunas recomendaciones de carga que conviene seguir para que no se dañen.  

Con la batería adecuada, correrás menos riesgo de que tu moto te deje tirado en el momento más inoportuno. Pero recuerda que si esto te ocurre, siempre puedes contactar con tu seguro de moto para recibir asistencia cuando más lo necesitas.